viernes, 4 de diciembre de 2009

CRÓNICA DE UN DELIRIO

Tras la primera borrachera de la vida un joven cuyo nombre no es importante para esta historia, comienza a alucinar mientras cae rendido luego de una intoxicación etílica. Dentro de su delirio comienza a sentir una sensación de hormigueo en la boca, más tarde un mareo que jamás antes había sentido y posteriormente, muchas, pero muchas nauseas y una necesidad impetuosa de vomitar, junto con sentir que su cráneo se parte a la mitad. Inconscientemente trata de darle una explicación científica a todo esto que le sucede, sin despertar de su agónico sueño y presa de alucinaciones propias de su estado, comienza a revisar su boca tratando de descubrir que es lo que provoca ese hormigueo y sensación de adormecimiento. Escupe al suelo su saliva mezclada con un cóctel de cerveza, ron, pisco, vodka, tequila y todo tipo destilados y fermentados que había ingerido, cuando de pronto ve como un enjambre de diminutas criaturas casi imperceptibles a la vista se abalanzan sobre su saliva, se acerca a ver qué es lo que sucede y estos extraños bichitos revolotean posándose sobre ella de vez en cuando. Estos seres poseían una cabeza enorme en comparación al resto de su cuerpo, en el centro de esta un enorme ojo y dos ojos móviles uno a cada lado de la parte superior de esta, un abdomen abultado que terminaba en una larga y puntiaguda cola, poseía además un par de alas de tamaño reducido, que se movían a una velocidad sorprendente, se asemejaba en aspecto a un colibrí, aunque media aproximadamente 4 mm. de largo. Desde aquí comienza a reconocer una serie de seres que explican todos sus síntomas los que describe de forma delirante.

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